"La magia es un
mecanismo para que los niños se diviertan pero, sobre todo, para que aprendan a
valorar el trabajo bien hecho, el esfuerzo y la habilidad manual"
Alfonso V, profesor de magia en la escuela Mago.
¿La magia fascina a tu hijo? Quizás anhele convertirse en
Harry Potter con un movimiento mágico de varita. ¿Lleva días intentando que un
conejo salga de su chistera? Sea como sea, está claro que el mundo del ilusionismo lo ha apresado. Como
padre o madre pon a su alcance los elementos que necesite, porque la magia
aporta mucho más que ilusión o trucos. Es teatro, baile, música, dibujo y pintura,
manualidades y el camino más divertido para practicar matemáticas y
ciencias.
El ejercicio del
ilusionismo aporta grandes beneficios, como:
-Valores como el esfuerzo, la paciencia, la constancia, y el gusto por el trabajo
bien hecho se ven reforzados.
- Desarrollan una mayor disciplina.
- La mayor parte de los trucos requieren destreza manual y
expresión corporal, los cuales estimulan la motricidad.
- Las capacidades cognitivas mejoran, ya que realizar un truco
requiere de comprensión, de seguir los pasos necesarios y de memorización.
- El ilusionismo convierte al mago en el centro de atención,
fomentando la capacidad de liderazgo y acrecentando la autoestima.
- Los trucos requieren de imaginación, y ésta estimula
fuertemente la creatividad.
- Incrementa la capacidad para la comunicación verbal y no
verbal.
- Mayor diversión y socialización.
José Brontë |
¡Comprobado! Las ganancias son múltiples. Además, se emplea como
herramienta para tratar diferentes problemas en terapia infantil. Entre los proyectos
más conocidos se encuentran:
Project Magic, acreditado por la Asociación Americana de Terapia
Ocupacional. Fue creado por David Copperfield en 1982. Su finalidad es ayudar a
niños con diferentes discapacidades físicas, para ello, un equipo de magos y
terapeutas ocupacionales enseñan trucos que ayudan a mejorar la destreza, la coordinación,
la percepción visual, las relaciones espaciales y las habilidades cognitivas.
My Magic Hands, nace bajo el amparo de la Asociación de magos
canadienses Magicana, en 2004. Uno de sus objetivos es llegar a los niños de
las comunidades más desfavorecidas a través del arte de la magia, con el fin de
mejorar su confianza, reforzar su autoestima y enseñarles habilidades como la
comunicación, el pensamiento crítico y
la resolución de problemas.
Abracadabra magos solidarios, es una de las fundaciones
españolas que trabaja por devolver la ilusión a los que más la necesitan: niños
hospitalizados, ancianos y jóvenes en riesgo de exclusión social. Los magos
regalan píldoras de ilusión y esperanza.
Enseñar a un niño a hacer trucos de magia no es únicamente una
forma de diversión. Es una puerta hacía un mundo nuevo.
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