miércoles, 27 de enero de 2016

WALDFOR Y EL JUEGO


Hace tiempo os hablamos de los 19 mandamientos cortos del modelo educativo de Montessori. Hoy ¡cambiamos de modelo! A lo largo de este post nos adentraremos en los elementos de juego Waldfor. Seguramente ya conoces este modelo educativo o has oído hablar sobre el.

¡Comencemos por el principio! El método Waldfor es pionero en el aprendizaje fundamentado en la concepción global del ser humano y en el desarrollo apropiado para cada edad, prestando especial atención a las etapas evolutivas de cada niño.  Dividiendo el desarrollo en tres fases, de 7 años de duración cada una, desde los 0 hasta los 21 años.

Este método parece estar enfrentado al modelo Montessori, sin embargo ambos comparten los siguientes principios:
  •  El pilar principal es el respeto al niño.
  • Las actividades artísticas tienen un peso importante en la educación.
  • No son partidarios de las calificaciones, ya que las consideran perjudiciales para el desarrollo del niño.
  • Apuestan por un entorno escolar a la medida de los estudiantes.

Si has leído hasta aquí, estarás pensando que se trata de un post un poco tostón y que quizás la Wikipedia lo explique mejor. Seguramente tengas razón, pero solo era una pequeña introducción, nosotros vamos a hablar del juego, para ser precisos, de sus elementos, ya que son diferentes a los que tanto nosotros como nuestros hijos estamos habituados, ¡el plástico no existe!  Y los juguetes no solo son objetos para entretener, sino que también son transmisores de experiencias sobre la naturaleza. Además de proporcionar vivencias que estimulen la actividad creativa y sensorial del niño.

El juego Wardfor es siempre libre y apuesta por materiales y formas naturales, ya que poseen una gran versatilidad, permitiendo al niño estar en contacto con diferentes texturas, olores, tamaños. Una corteza de un árbol, una piedra o una tela son algunas de las piezas más empleadas en el juego ¡Sus posibilidades son infinitas!

Respecto a las formas de los objetos Alice Jansen, autora de The Kindergarten In The Rudolf Setiner School, señala:

«Encontramos que las formas rígidas y geométricas de los típicos bloques tienen un efecto cristalizador en la imaginación y ofrecen pocas posibilidades para la construcción. Por otro lado, las curvas más o menos fluidas y los colores claros de nuestros bloques sugieren infinitas posibilidades y estimulan la imaginación hasta altas cotas de creatividad».

En esta metodología los juguetes demasiado sofisticados son desechados, dejando paso a juguetes sencillos, elaborados con materiales naturales como la madera, lana, algodón… y que apenas poseen características que los definan, ofreciendo así una mayor versatilidad que estimula el desarrollo de la imaginación.

Los materiales para crear experiencias artísticas gozan de gran popularidad, destacando las acuarelas, bloques de cera o las ceras para modelar, con ellos los niños se acercan a las artes plásticas o escultóricas mientras dan rienda suelta a su creatividad.

Los puzzles y construcciones de madera son una magnifica elección. Están fabricados estratégicamente de forma de cada pieza permita acoplarse de diversas maneras, de este modo las construcciones son infinitas.

Puzzle de madera



Como veis las opciones son diversas y económicas en su mayoría, al encontrase muchos de estos objetos en nuestro entorno.  Así que, si no tienes muy claro que regalarle a tu hijo, prueba a confeccionar dos o tres cestitas con materiales naturales de diversa procedencia y recuerda, el juego libre proporciona experiencias en los sentidos del tacto, de la vista y del olfato, imprescindibles para el crecimiento.