Por el largo pasillo del hospital avanza dando saltitos,
saludando con reverencia aristocrática, dando golpecitos en la espalda…
- ¡Buenos días doña Cantimplora! La veo hoy más fresca que
nunca…
Es un payaso de hospital, un Pupaclown del Hospital Virgen de
la Arrixaca de Murcia, España… el mundo. Lleva un discreto traje y una nariz
roja como señal de identidad, el ADN del clown. También lleva, con la dignidad
de un ministro de finanzas, una maleta repleta de…
- ¿Qué habrá dentro de la maleta de un payaso de hospital?
Fotografía de Enrique Martínez Bueso
La abrimos con mucho cuidado, es un objeto sanador,
instrumental de alta cirugía de las emociones.
Lo primero que nos hace sonreír es el aroma que sale a dicha,
a plenitud, a "no te preocupes, sonríe”. Aunque creo que lo que huele
así es una golosina mordida del día anterior. La maleta está muy ordeñada… ¡uy,
perdón, ordenada! Apartando la vaca nos encontramos con un tarro de un líquido
especial para hacer pompas de jabón capaces de llevarse en su interior la
monotonía de tantos días de hospital, el dolor de tanto pinchazo, la
desesperación de no saber qué hacer…Cada pompa navega hasta el cielo azul y
allí explota y hace desaparecer como por arte de magia las partes más difíciles
de soportar de una enfermedad. Y justo al lado de las pompas están las famosas
cartas de magia del mago Onliyú; pañuelos voladores sin gasolina ni soplo
alguno; una marioneta de un lobo; una cajita de música que canta una nana para
dormir de un tirón; un palito que se enciende y se apaga y cambia de color y
hace que cambie el humor; una armónica desafinada que cuando le soplas afina en
do menor; una portentosa cámara de fotos que lanza un chorro de agua cuando
sonríes y se abre la portezuela traviesa; un pajarito de cuerda que pica y pica
sin parar y se come los virus más escondidos; una botella de agua milagrosa que
quita hasta la sed; un trozo de goma elástica por si se te cae la nariz, o una
oreja… ¿seguimos?
Esto no tiene fin, porque si miras en la parte más interior,
en la profundidad de la maleta, encontrarás a la Alegría y a la Complicidad que
tienen cogida de la mano a la Escucha, y también está la Compañía que le cuenta
un cuento a la Paz…
Todos ellos están acompañados de alguien muy importante y que
siempre viaja en las maletas de cualquier payaso de hospital: es el AMOR, y
éste viene con mayúsculas, seguro de sí mismo, contento, feliz. Y todos lo
reciben en Silencio, orgullosos de estar en ésta maleta, que cuando se abra se
van a enterar los malos…
- ¡Ah, mira, un MP3 y unos altavoces!
El payaso pulsa la tecla y comienza la función. Suena una
sinfonía alegre, trinos de pájaros de un bosque tropical, el agua que corre
alegre por un río lejano pero que parece que está debajo de la cama… El payaso
canta o cuenta, o simplemente gesticula, según sea el dolor y el humor de ese
día en la habitación. Y de la maleta van saliendo una tras otra la medicina
necesaria. Y todos sonríen. Y un aire nuevo inunda el espacio. Un día más
ganado al tedio y al dolor, otro día para cantar las excelencias de estar vivo.
Y cuando la maleta se cierra, los párpados caen y el sueño
nos conduce a reinos de fantasía y felicidad. El payaso de hospital se despide
de sus pacientes saludando con una de sus cuatro manos, la más rápida.
- ¡Hasta mañana
calcetines! Y que no se os olvide sacar la vaca a pasear…
- ¿Qué vaca?
- La que suelta caca…
ja, ja, ja…
Sois mis héroes.lo mas de lo mas..de lo mas grande .OS quiero y admiro muchísimo.gracias. muchísimas gracias por regalarnos cada mañana mil sonrisas.. Una mama de hospital.
ResponderEliminarSon lo máximo !!!! Dios les dio tremendo don de alegrar y sacar una y Muchas más sonrisas en tanto dolor....gracias por estar ahí. ..gracias
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