El viernes 4 de julio tuvimos la jornada de reflexión sobre el taller "Veo una voz, oigo un color". Participaron numerosos padres, voluntarios, profesores, responsables de centros de acogida y asociaciones de discapacitados. Entre todos desarrollamos una discurso muy intesante sobre lo acontecido en el taller, cada uno dio su visión desde su atalaya y la confluencia de todos fue muy positiva. Hay que destacar la entrega de los distintos participantes en el taller que ha sido absoluta. Y la necesidad que manifestaron todos en que el taller se siga realizando el próximo curso.

 

La parte emotiva fue muy grande, los detalles que nos contaron nos hicieron estremecer. Por ejemplo, como casi todos los niños han aprendido lenguaje de signos por propia iniciativa, en un centro de acogida se lo están enseñando a sus compañeros y lo usan como lenguaje secreto para eludir la mirada de los educadores. Un taller que ha superado todas nuestras expectativas y que tuvo como colofón un impresionante espectáculo: "Los tres caminos".

Aquí tenéis algunas imágenes de la mesa reflexiva.